¿Puede estar mi perro todo el día con el collar puesto? La respuesta de un veterinario


Al llegar a casa, lo primero que hacemos es ponernos cómodos: nos quitamos los zapatos y nos cambiamos de ropa. Ahora bien, si lo pensamos un momento, ¿nuestros perros no merecen lo mismo? Muchos llevan el collar puesto durante horas, incluso mientras descansan o juegan en casa. Aunque el collar es una herramienta clave para su seguridad a la hora de sacarlos a pasear, se puede convertir en una molestia si no se usa de manera adecuada. Al final del día, el bienestar de nuestro compañero peludo debe ser lo más importante.
Si tienes un perro como mascota, seguro que alguna vez te ha hecho esta pregunta: ¿Debería quitarle el collar cuando está en casa? No hay una única respuesta válida. Algunos perros se sienten perfectamente bien llevando el collar todo el día, mientras que otros disfrutan de sus ratos de libertad sin él. Lo más importante es observar a tu perro, entender sus necesidades y adaptar la rutina a lo que le resulte más cómodo y seguro.
¿El perro puede llevar el collar todo el tiempo?
Aunque los perros no pueden hablarnos con palabras, su lenguaje corporal es bastante claro si prestamos atención. Muchos de ellos parecen tolerar sin problemas el uso constante del collar, sobre todo si están acostumbrados desde cachorros. Sin embargo, eso no significa que no se beneficien de algunos descansos.
El collar, por más suave o ligero que sea, se apoya constantemente en una zona sensible como el cuello, y en algunos casos puede generar roces con el tiempo. Además, hay momentos del día donde el collar no es estrictamente necesario, como cuando el perro está descansando o jugando.
Aunque muchos perros no muestran señales claras de incomodidad, hay algunos comportamientos que pueden ayudarte a identificar si el collar le molesta. Si tu perro se rasca constantemente el cuello, intenta quitarse el collar con las patas, frota su cuello contra alfombras o muebles, o se muestra inquieto cada vez que se lo colocas, es probable que algo no vaya bien.
Problemas dermatológicos
El uso constante del collar puede provocar irritaciones, especialmente si el perro tiene el pelaje corto o la piel muy sensible. Algunos llegan a perder pelo en la zona del cuello, desarrollar enrojecimientos o incluso heridas si el collar está demasiado ajustado o se moja con frecuencia y no se seca bien.
En perros que nadan mucho o se mojan con frecuencia, el collar puede convertirse en un foco de humedad y bacterias si no se lava y seca adecuadamente. Por eso, es recomendable revisar cada cierto tiempo el cuello del perro, especialmente si notas que se rasca más de lo normal.
Razas
Algunas razas pequeñas con predisposición a problemas de columna, como los dachshunds (teckels) o los beagles, pueden beneficiarse más del uso de arnés, ya que evita la presión sobre las vértebras cervicales. También los perros braquicéfalos (como los bulldogs, carlinos o pequineses) deben evitar la presión en el cuello, pues puede agravar sus dificultades respiratorias.
Por otro lado, los galgos y perros de cuello fino necesitan collares especiales, como los tipo martingale, que se ajustan con suavidad y evitan que se les escapen sin estrangularlos.
Guía de compra
Elegir el collar adecuado para tu perro no es solo una cuestión de estilo, sino también de salud, comodidad y seguridad. Estos son algunos aspectos clave que conviene tener en cuenta:
- Lo primero que debes tener en cuenta es que el collar se ajuste correctamente al cuello de tu perro. No debe apretarle ni quedar tan suelto que se le pueda salir con facilidad. Un truco muy útil es asegurarte de que puedes meter dos dedos entre el collar y el cuello del perro. Si no puedes, está demasiado ajustado; si hay demasiado espacio, puede representar un riesgo. Un buen ajuste garantiza comodidad y seguridad.
- La edad del perro también influye. Los cachorros crecen muy rápido, por lo que necesitan collares ajustables y ligeros. Para perros adultos, puedes optar por modelos más resistentes y con diseños definitivos. En perros mayores, lo importante es que el collar sea suave y no genere presión excesiva, ya que podrían tener problemas articulares o de piel.
- El material es clave para evitar molestias. El nylon es una opción muy común, porque es ligero, económico y fácil de lavar. El cuero, por otro lado, es resistente y elegante, aunque requiere más mantenimiento. Para perros con piel sensible, hay collares acolchados o forrados con neopreno, que son suaves y cómodos. Evita los collares metálicos para uso diario, ya que no son adecuados para llevar todo el tiempo.
- El cierre debe ser seguro, pero fácil de abrir en caso de emergencia. Los cierres de clic son muy prácticos y cómodos, ideales para el día a día. Las hebillas ofrecen mayor seguridad en perros grandes o fuertes, pero pueden ser más complicadas de quitar.